jueves, 3 de marzo de 2011

Vida de Bhagavan Sri Ramana Maharshi

VIDA EN LA COLINA — ALGUNOS INCIDENTES

21 de agosto de 1946


Ayer por la tarde, fui a la sala un poco más tarde de lo habitual. Creo que eran las 3 de la tarde. A petición de los devotos, Bhagavan estaba relatando algunos incidentes de su vida en la colina. Estaba contándoles cómo, cuando él estaba en la cueva Virupaksha, ellos tenían al principio un cuenco de barro para traer comida, después una vasija de aluminio, después una de cobre, y después una fiambrera; cómo las vasijas se acumularon así una a una y cómo los devotos comenzaron calladamente a cocinar sin prestar atención a sus protestas. Bhagavan nos contó otro incidente también, con una sonrisa en su rostro. «Una vez, cuando estaba en la cueva Virupaksha, Rangaswami Iyengar, Gambiram Seshayya, un vaisya y un reddi estaban allí. Un día todos ellos sintieron ganas de cocinar y comenzaron a hacerlo con entusiasmo. Todos tenían el yajnopavitam (el cordón sagrado), excepto el reddi. “¿Por qué no debe tenerlo él?” pensaron ellos, y le pusieron uno. Eso fue muy divertido para todos y disfrutaron de la fiesta», dijo Bhagavan. Rajagopala Iyer preguntó: «Fue mientras usted estaba allí cuando vino la abuela» «Sí, vino mientras estábamos allí, y dijo que cocinaría para sí misma. Nosotros la dijimos que podía hacerlo en la pequeña caverna cercana. Ella estuvo de acuerdo y comenzó a cocinar, y me dijo: «Venkatarama, yo cocino hoy. Por lo tanto usted no debe tomar ninguna otra comida». Yo dije: «Sí» y después de que ella se marchara, comí con los otros como habitualmente. Había alguna distancia entre esta cueva y la otra, y así ¿cómo podía ella saberlo? Después de que ella hubo cocinado, comí esa comida también. Ella realmente pensó que yo no había comido nada excepto la comida que ella cocinó». Él continuó: «Nosotros teníamos un abuelo entre nuestros familiares. Él tenía el hábito de abusar de todo el mundo. Incluso así, todo el mundo solía invitarle para así disfrutar de la diversión de su lenguaje abusivo. Eso era debido a que él era de buena naturaleza y no quería hacer daño a nadie. Él vino a verme mientras yo estaba en la cueva Virupaksha. Al momento de venir, dijo jocosamente: «¡Qué; Venkataraman! ¡Parece que has devenido un gran swami!» ¿Te han crecido cuernos en la cabeza?» «Fue cuando madre estaba fuera en Kasi cuando ocurrió todo esto». Fue realmente interesante escuchar a Bhagavan narrar estos incidentes con los tonos adecuados en su voz, y los gestos apropiados.

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