lunes, 25 de abril de 2011

Osho habla sobre el tantra 2

Alguien ha preguntado:



Ayer nos dijiste que estemos en el acto de amor totalmente: que disfrutemos, que sintamos su dicha, que permanezcamos en ella y, cuando el cuerpo empiece a temblar, que seamos el temblor. ¿Qué nos estás enseñando? ¿Desenfreno?



iEsto es perversión! Esto es la personalidad irreal hablándote. La personalidad irreal siempre está en contra de que disfrutes algo. Siempre está contra ti: no debes disfrutar. Siempre está a favor de que te sacrifiques, de que te sacrifiques por los demás. Te parece bello porque has sido educado así. Sacrifícate por los demás: esto es altruismo. Si estás tratando de disfrutar, esto es egoísta. Y en cuanto alguien dice: «Esto es egoísta», se vuelve un pecado.



Pero yo te digo que el tantra es un enfoque básicamente diferente. El tantra dice que a no ser que puedas disfrutar, no puedes ayudar a nadie a disfrutar. A no ser que estés realmente contento contigo mismo, no puedes ayudar a los demás; no puedes ayudar a que otros estén contentos. A no ser que reboses de tu propia dicha, eres un peligro para la sociedad, porque una persona que se sacri­fica, siempre se vuelve sádica.



Si tu madre no deja de decirte que «siempre me he sacrificado por ti», te torturará. Si el marido le repite a la esposa que «me estoy sacrificando», será un torturador sádico. Torturará, porque el sa­crificio es sólo un truco para torturar al otro.



De modo que los que siempre están sacrificándose son muy peligrosos, potencialmente peligrosos. Ten cuidado con ellos, y no te sacrifiques. La palabra misma es fea. Disfruta; sé dichoso. Y cuando estés rebosante de tu propia dicha, esa dicha les llegará también a los demás. Pero eso no es un sacrificio. Nadie te debe nada; nadie necesita darte las gracias. Más bien, tú te sentirás agradecido a los demás porque han estado participando en tu dicha. Palabras como «sacrificio», «obligación», «servicio», son feas; son violentas.



El tantra dice que a no ser que estés lleno de luz, ¿cómo vas a ayudar a los demás a iluminarse? Sé egoísta; sólo así puedes ser altruista. De otra forma, el concepto entero de altruismo es una tontería. Sé feliz; sólo así puedes ayudar a los demás a ser felices. Si estás triste, amargado, si no eres feliz, vas a ser violento con los demás, y crearás sufrimiento en los demás.



Puede que te vuelvas un mahatma, un supuesto gran santo; eso no es muy difícil. Pero mira a tus mahatmas. Están intentado por todos los medios torturar a todo el que va a ellos, pero su forma de torturar es muy engañosa. Te torturan pensando en ti; te torturan por tu propio bien. Y como se están torturando a sí mismos, no puedes decirles: «Nos estás predicando algo que no estás practicando». Ya lo están practicando. Se están torturando a sí mismos; ahora te pueden torturar a ti. Y cuando una tortura es por tu propio bien, esa es la tortura más peligrosa: no puedes escaparte de ella.



¿Y qué hay de malo en disfrutar? ¿Qué hay de malo en ser feliz? Si hay algo malo es siempre tu desdicha, porque una persona desdichada crea olas de desdicha en torno a ella. ¡Sé feliz! Y el acto sexual, el acto del amor, puede ser una de las formas más profundas de lograr la dicha.



El tantra no predica la sexualidad. Simplemente dice que el sexo puede ser una fuente de dicha. Y una vez que conoces esa dicha, puedes seguir adelante, porque ahora estás asentado en la realidad. No tienes que permanecer con el sexo para siempre, pero puedes usar el sexo como un punto de partida. Eso es lo que quiere decir el tantra: puedes usar el sexo como un punto de partida. Y una vez que has conocido el éxtasis del sexo, puedes comprender de qué han estado hablando los místicos: un orgasmo mayor, un orgasmo cósmico.



Meera está bailando. No puedes comprenderla; ni siquiera puedes comprender sus canciones. Son sexuales; su simbología es sexual. Esto tiene que ser así, porque en la vida humana el acto sexual es el único acto en el que llegas a sentir una no-dualidad; en el que llegas a sentir una profundad unidad, en el que el pasado desaparece y el futuro desaparece y sólo el momento presente -el único momento real- permanece. De manera que, todos los místicos que han conocido realmente la unidad con lo divino, la unidad con la existencia misma, han usado siempre términos y símbolos sexuales para expresar su experiencia. No hay otra simbología; no hay otra simbología que se acerque a ella.



El sexo es sólo el principio, no el final. Pero si te pierdes el principio, te perderás también el final, y no te puedes escapar del principio para llegar al final.



El tantra dice que te tomes la vida con naturalidad; no seas irreal. El sexo existe como una profunda posibilidad, una gran potencialidad. iÚsalo! ¿Y qué hay de malo en ser feliz en él? En realidad, todas las moralidades están en contra de la felicidad. Alguien es feliz, y te parece que algo ha ido mal. Cuando alguien está triste, todo está bien. Vivimos en una sociedad neurótica en la que todo el mundo está triste. Cuando estás triste, todo el mundo se siente feliz porque puede compadecerte. Cuando eres feliz, todo el mundo se siente confuso. ¿Qué hacer contigo? Cuando alguien se compadezca de ti, observa su rostro. Su cara reluce; un brillo sutil llega a su cara. Se siente feliz compadeciéndose. Si eres feliz, entonces esto no es posible. Tu felicidad crea tristeza en los demás; tu desdicha crea felicidad. ¡Esto es neurosis! La base misma parece ser una locura. - Osho - (Continúa mañana...)

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