Comentario del texto 1

Descripcion 1

Comentario 2

Descripcion

Comentario 3

Descripcion 3

Comentario 4

Descripcion 4

Comentario 5

Descripcion 5

viernes, 25 de febrero de 2011

OSHO RARE VIDEO OREGON

martes, 22 de febrero de 2011

Historias Zen

52. TU LUZ PUEDE APAGARSE

Un estudiante de tendai, una escuela filosófica del budismo, llegó
al zen como discípulo de Gasan. Cuando, unos años más tarde, se pre-
paraba para partir, Gasan le advirtió: «Estudiar la verdad por medio de
la especulación es útil como un modo de recolectar material para la
predicación. Pero recuerda que, salvo que medites constantemente, tu
luz de la verdad puede apagarse».

53. EL QUE DA DEBE ESTAR AGRADECIDO

Durante el tiempo que Seietsu fue el maestro de Engaku en
Kamakura, siempre pidió salas mayores, pues aquellas en las que ense-
ñaba estaban abarrotadas. Umeza Seibei, un comerciante de Edo,
decidió donar quinientas piezas de oro llamadas ryo para la construc-
ción de una escuela más cómoda. Llevó ese dinero al maestro.
Seisetsu dijo: «De acuerdo. Lo tomaré».
Umezu dio a Seisetsu el saco de oro, pero no estaba satisfecho con
la actitud del maestro. Una persona podría vivir un año entero con
sólo tres ryo, y al comerciante ni siquiera le habían dado las gracias por
quinientos.
«En ese saco hay quinientos ryo», comentó Umeza.
«Ya me lo has dicho antes», contestó Seisetsu.

61

COLECCIÓN DE ESCRITOS ZEN Y PRE-ZEN

El emperador observó lo usadas que estaban sus ropas y le dio dine-
ro para que se comprara otras. Pero la siguiente ocasión en que
Yamaoka apareció, llevaba el mismo traje viejo.
«¿Qué ha sido de tu traje nuevo, Yamaoka?», preguntó el emperador.
«Di ropas a los niños de Su Majestad», explicó Yamaoka.

67. ¡QUÉ ESTÁS HACIENDO! ¡QUÉ ESTÁS
DICIENDO!

En los tiempos modernos, se ha dicho una gran cantidad de tonte-
rías sobre los maestros y los discípulos, así como sobre la herencia que
los pupilos favoritos de un maestro reciben de su enseñanza, la cual les
da derecho a transmitir la verdad a sus seguidores. Por supuesto, el zen
debería impartirse de ese modo, de corazón a corazón, y en el pasado
era realmente así. El silencio y la humildad reinaban sobre la profesión
y la aserción, y quien recibía tal enseñanza, mantenía la cuestión ocul-
ta incluso después de veinte años. Y no era hasta que otro descubría por
cuenta propia que tenía a mano a un verdadero maestro, cuando se
sabía que dicha enseñanza había sido impartida. E incluso entonces, la
ocasión surgía de modo muy natural y la enseñanza seguía su vía. Bajo
ninguna circunstancia proclamaba jamás el maestro: «Soy el sucesor de
tal o cual», pues dicha afirmación probaría precisamente lo contrario.
El maestro zen Mu-nan tuvo un único sucesor. Su nombre era
Shoju. Tras haber completado sus estudios de zen, Mu-nan le llamó a
su habitación. «Me estoy haciendo viejo», le dijo, «y, hasta donde yo
sé, Shoju, tú eres el único que podrá continuar esta enseñanza. Aquí
tienes este libro. Ha pasado de maestro a maestro durante siete gene-

72

LA ENTRADA SIN PUERTA

por

EKAI,

MU-MON

NYOGEN

CONOCIDO COMO

Transcrito por
SENZAKI Y PAUL REPS

LA ENTRADA SIN PUERTA

Si te agradan los caramelos y la vida fácil, aparta este libro,
pues trata sobre el tremendo intento de los hombres de rena-
cer, trata del satori, de la iluminación.
Te puede ocurrir a ti. En un momento algo se abre y eres alguien
nuevo. Ves el mismo mundo distinto con ojos nuevos.
Este poder de renovación del universo ocurre a través de la gracia,
no de la lógica. Lo que quiera que hagas o dondequiera que estés, pare-
ce influir poco. No tiene sentido. Sólo te hace a ti.
Los antiguos chinos ideaban problemas llamados koan para dete-
ner el incesante movimiento de la mente. Cuando el estudiante medita-
ba sobre un koan, era su modo de decir: «No malgastes tu vida única-
mente sintiendo; canaliza tu pensamiento y sentimiento hacia un propó-
sito y deja que ocurra».
¿Se ha perdido este arte de observar la propia luz? No debería ser
así si ponéis vuestra mente y todo cuanto tenéis en ello.
Estos ancianos maestros felicitaban a sus estudiantes a través de la crí-
tica, incluso de los golpes. Y cuando les elogiaban, ello solía significar que res-
taban importancia al hecho que alababan. Ésa era la costumbre. Tenían un
gran interés por sus pupilos, pero lo mostraban con hechos, no con palabras.
Eran personas fuertes, agitadores. Hacían preguntas cuya única
respuesta era un ser completo.
¿Cuál es la respuesta correcta a un koan? Existen muchas respues-
tas correctas, así como ninguna. Incluso hay un libro en Japón que pro-
porciona respuestas adecuadas a cada uno de estos abridores de la
mente, si bien es difícil de conseguir. ¡Vaya broma! Pues el mismo koan
es su respuesta, y en el momento en que exista una respuesta correcta,
el zen muere.

99

COLECCIÓN DE ESCRITOS ZEN Y PRE-ZEN

Lo siguiente es una adaptación del prólogo a la primera edición en
lengua inglesa de este libro.

La enseñanza de Buda se extendió por India 500 años antes de la
época de Jesús y 1.000 años antes de Mahoma. El budismo se unió a la
corriente de las grandes religiones del mundo mucho antes que el cristianis-
mo y del islamismo.
Las escrituras budistas se tradujeron al chino por chinos e hindúes,
dinastía tras dinastía, desde el primer siglo de la era cristiana. Sin embargo,
la esencia del budismo llegó a China hasta 520 d. C., año en que la intro-
dujo Bodhidharma, el primer patriarca zen. La sabiduría de la iluminación
generada por el Buda a través del silente Bodhidharma fue heredada por su
sucesor, y seguida de modo similar a través de muchas generaciones. Fue así
como el zen entró, se nutrió y se extendió a través de China y, finalmente,
Japón.
La palabra japonesa zen –ch’an en chino, dhyana en sánscrito– signi-
fica ‘meditación’. El zen persigue, a través de la meditación, comprender lo
que Buda comprendió, la emancipación de la propia mente. Ofrece un méto-
do de autobúsqueda, habitualmente bajo la guía personal de un maestro.
El zen tiene muchos textos clásicos, de los cuales esta obra es uno. Mu-
mom-kan –literalmente «sin barrera de entrada»– fue recopilado por el
maestro chino Ekai, también llamado Mu-mon, que vivió desde 1183 hasta
1260. La obra consiste en la narración de relaciones entre ancianos maes-
tros chinos y sus pupilos, y pone énfasis en la sublimación de las tendencias
dualistas, generalistas, intelectualistas de los estudiantes, para conseguir que
se hagan conscientes de su verdadera naturaleza. Los problemas o desafíos
internos con los que los maestros confrontaban a sus discípulos se llamaban
koans, y cada una de las historias que se ofrecen es un koan en sí misma.


100

LA ENTRADA SIN PUERTA

Las historias se han escrito en lenguaje coloquial para actualizar la
máxima enseñanza, la observación del propio ser. Ocasionales episodios de
aparente violencia deben interpretarse como vigor y celo. Ninguna de las
historias pretende ser lógica. Tratan acerca de los estados de la mente más
que de las palabras. Salvo que esto sea comprendido, se perderá el objetivo
del clásico. Toda la intención de estos relatos era ayudar al discípulo a rom-
per la concha de su mente limitada y alcanzar un segundo nacimiento eter-
no, el satori, la iluminación.
Cada problema es una barrera. Aquellos que tengan el espíritu del zen
pasarán a través de ella. Aquellos que vivan en el zen, comprenderán un
koan después de otro, cada uno en el modo adecuado, como si vieran lo
invisible y vivieran en lo ilimitable.

Mu-mon escribió las siguientes palabras en su introducción a la obra:
«El zen no tiene puertas. El propósito de las palabras de Buda es ilu-
minar a otros. Por tanto, el zen no debe tener puertas.
«Ahora bien, ¿Cómo atraviesa uno esta entrada sin puertas? Algunos
dicen que sea lo que sea que entre a través de una puerta no es un tesoro
familiar, que cualquier cosa producida por la ayuda de otros está destinada
a disolverse y perecer.
«Incluso tales palabras son como levantar olas en un mar sin viento o
ejecutar una operación en un cuerpo sano. Si uno se aferra a lo que otros
han dicho e intenta entender el zen a través de la explicación, es como un
tonto que cree que podrá dar a la luna con un palo o rascarse el pie a través
del zapato. Será imposible.
«En el año 1228 estaba dando una conferencia a unos monjes en el
templo de Ryusho, al este de China, y, a petición suya, conté antiguos
koans con la intención de inspirar su espíritu zen. Quise utilizarlos como un


101

COLECCIÓN DE ESCRITOS ZEN Y PRE-ZEN

hombre que coge un trozo de ladrillo para llamar a una puerta, y, una vez
abierta, el ladrillo es inútil y se lanza. Sin embargo, y para sorpresa mía, mis
notas se recopilaron y dieron cuarenta y ocho koans junto con mi comenta-
rio en prosa y un verso sobre cada uno, aunque el orden no era el que yo
había utilizado. He llamado al libro La entrada sin puerta, y espero que los
estudiantes lo lean como una guía.
»Si un lector es lo suficientemente valiente y avanza en su meditación,
ninguna ilusión le disturbará. Llegará a la iluminación igual que lo hicieron
los patriarcas en China e India, probablemente incluso mejor. Pero si duda
un momento, será una persona que mira desde una pequeña ventana para
ver pasar a un jinete que, en un guiño, ha pasado sin que lo viera».

«El gran camino no tiene puertas,
miles de carreteras entran en él.
Cuando uno atraviesa esta entrada sin puerta
Camina libremente entre la tierra y el cielo».

102

10 TOROS

Por KAKUAN

Ilustrado por
TOMIKICHIRO TOKURIKI

NYOGEN

Transcrito por
SENZAKI Y PAUL REPS

143

La iluminación que busca el zen, y por la cual éste existe, viene de
sí mismo. Como conciencia, no existe el instante, lo produce la
sucesión. Pero el hombre físico camina en el tiempo igual que
anda en el lodo, arrastrando sus pies y su verdadera naturaleza.
Del mismo modo, incluso el zen debe comprometerse y reconocer los
progresivos pasos de la conciencia que acercan al instante de la iluminación.
De eso trata este libro. En el siglo XII, el maestro chino Kakuan realizó
los dibujos de diez toros, que basó en los antiguos toros taoístas, y a su vez
escribió los comentarios en prosa y en verso que aquí se traducen. Su ver-
sión era puro zen, y trascendía las versiones anteriores, que habían finali-
zado con la nada del dibujo octavo. Desde entonces, ha sido una fuente
constante de inspiración para los estudiosos, y a través de los siglos se han
realizado muchas ilustraciones de los toros de Kakuan.
Las imágenes que se reproducen aquí son versiones modernas del reco-
nocido artista de Kioto Tomikichiro Tokuriki, descendiente de una larga
línea de artistas y propietario de la casa de té Daruma-do (Daruma es el
nombre japonés de Bodhidharma, el primer patriarca zen). Sus grabados son
deliciosamente directos y están llenos de sentido, con independencia del
tiempo, como debieron de serlo los dibujos originales de Kakuan.
Lo que sigue es la adaptación del prólogo de Nyogen Senzaki y Paul Reps
a la primera edición de su traducción.

El toro es el principio eterno de vida, la verdad en acción. Los diez toros
representan la secuencia de los pasos necesarios para alcanzar la verdadera
naturaleza.
Esta sucesión tiene tanta pureza hoy en día como cuando (1100-1200)
la desarrolló Kakuan a partir de trabajos anteriores e hizo sus cuadros. Hoy,


145

COLECCIÓN DE ESCRITOS ZEN Y PRE-ZEN

ocho siglos más tarde, nos encontramos en Estados Unidos desarrollando un
trabajo similar para mantener el vigor del toro. Por su parte, Tokuriki ha
hecho lo mismo en Kyoto.
La comprensión del principio creativo trasciende todo tiempo o lugar. Los
10 Toros son algo más que poesía, más que cuadros. Es una revelación espi-
ritual que se manifiesta de forma paralela en cada Biblia de la experiencia
humana. A través de él, quizá pueda el lector descubrir las huellas de su
potencial interno, al igual que el patriarca chino. Y de este modo podrá lle-
var el báculo de su propósito y el odre de vino de su verdadero deseo para
frecuentar el mercado e iluminar a otros.

146

10 TOROS

LA BÚSQUEDA DEL TORO

En los pastos de este mundo, aparto sin descanso las altas hierbas en busca
del toro.
Siguiendo ríos sin nombre, perdido entre los senderos entrelazados de distantes
montañas,
me falla la fuerza y se agota mi vitalidad.
No puedo encontrar el toro.
En la noche sólo oigo el chirriar de los saltamontes en el bosque.

Comentario: El toro nunca se ha perdido ¿Qué necesidad hay de bus-
carlo? No logro encontrarlo porque me he alejado de mi verdadero ser.
En la confusión de los sentidos he perdido incluso su pista. Lejos de mi
hogar, veo muchas encrucijadas, pero ignoro el camino correcto. Me
enredo entre la codicia y el miedo, la bondad y la maldad.

147

CENTRARSE

Transcrito por

PAUL REPS

CENTRARSE

El zen no es algo nuevo y tampoco algo viejo. Mucho antes de que
Buda naciese, ya se buscaba en India, tal y como muestra la pre-
sente obra.
Mucho después de que el hombre haya olvidado palabras como zen y
Buda, satori y koan, la búsqueda continuará, aún podrá verse el zen en
una flor, o en una brizna de hierba bajo el sol.
Lo que sigue está adaptado del prólogo a la primera versión en inglés de
esta antigua obra.

Vagando entre la inefable belleza de Kashmir, por encima de Srinagar,
llego a la ermita de Lakshmanjoo, que da a verdes campos de arroz, los jar-
dines de Shalimar y Nishat Bagh, y a lagos guarnecidos con lotos. El agua cae
desde lo alto de una montaña.
Lakshmanjoo, que significa alto, resplandeciente, me recibe. Comparte
conmigo esta antigua enseñanza del Vigyan Bhairava y el Sochanda Tantra,
ambos escritos hace unos 4.000 años, así como del Malini Vijaya Tantra,
probablemente otros 1.000 años anterior. Es una enseñanza antigua, copia-
da y vuelta a copiar innumerables veces, y de ella Lakshmanjoo ha hecho el
principio de una versión inglesa. Yo la he transcrito once veces más para
darle la forma que tiene aquí.
Shiva la cantó en primer lugar a su consorte Devi en un lenguaje de amor
que aún debemos aprender. Trata sobre la experiencia de lo inmanente, y
presenta 112 maneras de abrir la puerta invisible de la conciencia. Sé que
Lakshmanjoo entregó su vida a esta práctica.
Alguna de las vías puede parecer redundante, aunque cada una es dife-
rente a cualquier otra. Algunas pueden parecer simples, pero cada una
requiere dedicación constante incluso para probarla.

Máquinas, bailarines, atletas, todos se equilibran. Al igual que la bús-
queda del centro o equilibrio incrementa diversas habilidades, también puede


159

COLECCIÓN DE ESCRITOS ZEN Y PRE-ZEN

A modo de experimento, intentad permanecer de pie
sobre ambos pies e imaginad que trasladáis vuestro equilibrio ligeramente de
un pie al otro; igual que el equilibrio se centra, lo hacéis vosotros.
Si somos conscientes al menos en parte, esto implica mayor conciencia
global. ¿Tenéis una mano? Sí. Eso lo sabéis sin ninguna duda. Pero hasta
que se os permitió la pregunta, ¿erais conscientes de ella por sí misma, apar-
te del cuerpo?
Seguramente, los hombres inspiradores, conocidos y desconocidos por el
mundo, han compartido un común descubrimiento extraordinario. El Tao
de Lao-tse, el Nirvana de Buda, Jehová de Moisés, el Padre de Jesús,
Alá de Mahoma; todos ellos apuntan a la misma experiencia.
La no-cosa, el vacío, el espíritu; una vez tocados, la vida se clarifica.

160

CENTRARSE

¿QUÉ ES ZEN?

Inténtalo si quieres. Pero el zen viene de sí mismo. El verdadero zen se
muestra en la vida diaria, es la conciencia en acción. Más que cual-
quier percepción limitada, abre cada una de las puertas interiores hacia
nuestra naturaleza infinita.
Libera las mentes de forma instantánea. ¡Cómo libera! El falso zen
atormenta los cerebros como una ficción creada por sacerdotes y
comerciantes para vender sus mercancías.
Miradlo de esta forma, dentro y fuera: la conciencia está en todas
partes, completa, en vosotros. A partir de entonces no podréis evitar
vivir humildemente y en constante maravilla.

«¿QUÉ ES ZEN?»

Una respuesta: Inayat Khan cuenta la historia hindú de un pez que fue
a ver a un pez reina y le preguntó: «Siempre he oído hablar del mar,
pero ¿qué es el mar? ¿Dónde está?».
Y el pez reina respondió: «Vives, te mueves y sostienes tu ser en el mar.
El mar está dentro de ti y fuera de ti, estás hecho de mar y acabarás en
el mar. El mar te rodea como tu propio ser».

Historias Zen

historias Zen





Diálogo Zen
-----------

Los maestros del Zen habitúan a sus jóvenes discípulos a expresarse. Dos
templos zen tenían cada uno su pequeño protegido. Todas las mañanas, uno de los
niños, que iba por verdura, solía encontrarse de camino con el otro.
-¿A dónde vas?- preguntó una vez el segundo.
-A donde vayan mis pies- respondió el primero.
Esta respuesta dejó perplejo al otro niño; que acudió a su maestro por
ayuda.
-Mañana a la mañana- le dijo el maestro- hazle la misma pregunta. Te dará la
misma respuesta y tu le preguntarás: "Haz de cuenta que no tienes pies, ¿A dónde
vas?" Eso lo dejará arreglado.
A la mañana siguiente los niños volvieron a encontrarse.
-¿Adónde vas?- preguntó el uno.
-Adonde sople el viento- respondió el otro.
El jovenzuelo quedó otra vez desconcertado, y acudió al maestro a dar cuenta
de su derrota.
-Pregúntale adónde va si no hay viento- le sugirió.
Al otro día los niños se encontraron de nuevo.
-¿A dónde vas?- preguntó el uno.
-Al mercado, a comprar verdura- respondió el otro.

De "Carne zen, huesos zen", 101 historias zen


Ni viento ni bandera
--------------------

Dos monjes discutían acerca de una bandera.
El uno decía: -La bandera se mueve.
Decía el otro: -Se mueve el viento.
En ese momento pasaba por allí el sexto patriarca. Y les dijo: -No el viento, no
la bandera: la mente se mueve.

Comentario de Mu-mon: El sexto patriarca dijo: "El viento no se mueve; la
bandera no se mueve. Se mueve la mente." ¿Qué quiso decir? Si lo comprendéis
íntimamente, veréis que esos dos monjes trataban de vender hierro y ganar oro.
El sexto patriarca no pudo soportar ver a esos dos cabezas huecas, así que cerró
el trato.

Viento, bandera, mente en movimiento:
la misma comprensión.
Cuando se abre la boca
es todo falso.

de "Carne zen, huesos zen"
------------------
Las puertas del paraíso

Un soldado, de nombre Nobushigé, acudió a Hakuín y le
preguntó: -¿Existe realmente un paraíso y un infierno?
-¿Tú quién eres? -Indagó Hakuín.
-Un samurái -respondió el otro
-¿Tú, un guerrero? -exclamó Hakuín. -¿Qué clase de señor
te admitiría en su guardia? Tienes facha de mendigo.
Nobushigé se encolerizó tanto que echó mano a la espada,
pero Hakuín continuó:
-¡Con que tienes un arma! Esa espada probablemente es demasiado
roma hasta para cortarme la cabeza.
Y, cuando ya Nobushigé desenvainaba, Hakuin observó: -Aquí se
abren las puertas del infierno.
A estas palabras, el samurái, notando la disciplina del maestro,
envainó la espada y le hizo reverencia.
-Aquí se abren las puertas del paraíso -dijo Hakuín.

De Carne Zen, Huesos Zen, 101 historias zen, compilado por Paúl Reps

La mente de piedra
------------------

H“gen, un maestro chino del Zen, vivía solo en un pequeño templo
rural. Un día aparecieron cuatro monjes viajeros y pidieron permiso para
encender en su patio un fuego junto al cual calentarse.
Mientras preparaban la fogata, H“gen los oyó discutir sobre la
subjetividad y la objetividad. H“gen se les reunió y dijo: -Ahí hay una
gran piedra. ¿Consideráis que está dentro o fuera de vuestra mente?
Uno de los monjes respondió: -Desde el punto de vista del budismo,
todo es una objetivación de lo mental, así que yo diría que esa piedra
está dentro de mi mente.
-Has de sentir la cabeza muy pesada -observó H“gen- si andas
llevando en tu mente semejante piedra.

De Carne Zen, Huesos Zen, 101 historias zen, compilado por Paúl Reps

Lluvia de Flores

Subh–ti era discípulo del Budha. Había comprendido la fuerza del vacío, la
doctrina de que nada existe sino en su doble relación subjetiva y objetiva.
Cierta vez, Subh–ti, en estado de vacío sublime, estaba sentado bajo un
árbol. Empezaron a caer flores en torno de él.
-Estamos celebrando tu discurso del vacío -le susurraron los dioses.
-Pero yo ni he mencionado el vacío -dijo Subh–ti.
-Tú no has mencionado el vacío, nosotros no hemos oído el vacío
-respondieron los dioses-. Ese es el verdadero vacío.
Y los pétalos caían sobre Subh–ti como una lluvia.


De Carne Zen, Huesos Zen, 101 historias zen, compilado por Paúl Reps

Pulgada tiempo base gema
------------------------

Un noble señor pidió a Takuán, maestro del Zen, que le indicara cómo pasar
su tiempo. Se le hacían muy largos los días atendiendo su despacho y rígidamente
sentado recibiendo homenajes.
Takuán escribió ocho caracteres chinos y se los dió al consultante:

no pulgada
otra vez tiempo
este base
dia gema

Es decir:

Este día no retorna.
Cada instante es una gema.

(Nota: Un tiempo equivalente a una pulgada es un "instante"; el caracter que
significa 'base' o 'pie' tiene además el sentido de "digno de" y (clásicamente)
"de buena ley, de fina calidad" (hablando, por ejemplo, de metales)


De Carne Zen, Huesos Zen, 101 historias zen, compilado por Paúl Reps


Un maestro dice: "Antes que un hombre estudie Zen, las montañas son para él
montañas y las aguas, aguas. Mas cuando vislumbra la verdad del Zen a través de
la instrucción de un buen maestro, las montañas y las aguas dejan de ser lo que
son; sin embargo, cuando más tarde alcanzó realmente el lugar de Descanso (i.e.,
cuando alcanzó el satori), las montañas y las aguas vuelven a ser lo que eran."

De D. T. Suzuki: Ensayos, I


Obediencia
----------

A las lecciones del maestro Bankéi acudían no sólo estudiantes del Zen sino
también personas de toda escuela y estamento. El nunca citaba los s–tra ni se
entregaba a disertaciones escolásticas, sino que sus palabras salían
directamente de su corazón al corazón de sus oyentes.
Lo vasto de sus auditorios irritó a un sacerdote de la escuela Nichirén,
porque los adherentes de ella habían desertado para oír hablar del Zen. El
sacerdote, tan centrado en su propio yo, acudió al templo, decidido a sostener
un debate con Bankéi.
-¡Eh, maestro del Zen!- prorrumpió-. Espera un poco. Los que te respeten
podrán hacer caso a lo que tú dices, pero un hombre como yo no te respeta.
¿Puedes lograr que te haga caso?
-Ven junto a mi y te mostraré.- Dijo Bankéi.
Orgullosamente se abrió paso el sacerdote entre la multitud para acercarse
al maestro.
Bankéi sonrió. -Ven, ponte a mi izquierda.
El sacerdote obedeció.
-No, -dijo Bankéi-, hablaremos mejor si tú estás a mi derecha.
El sacerdote, orgullosamente, se pasó a la derecha.
-Ya ves -observó Bankéi-, me estás haciendo caso, y pienso que eres una
persona muy amable. Ahora siéntate y escucha.


De Carne Zen, Huesos Zen, 101 historias Zen, compilado por Paúl Reps.

¿Ah, si?
--------

El maestro del Zen Hakuín era alabado por sus vecinos a causa de su vida
pura.
Cerca de él vivía una bella muchacha japonesa, cuyos padres eran dueños de
una abacería. De pronto, sin saber cómo, los padres descubrieron que la joven
estaba encinta.
Esto los irritó. Ella se negó a confesar quien había sido el hombre, hasta
que, tras mucho acoso, nombró a Hakuín.
Llenos de cólera, los padres se apersonaron al maestro. -¿Ah, si?- fue todo
lo que él dijo.
Cuando el niño nació, lo llevaron a Hakuín. Para entonces éste había perdido
su reputación, lo que no lo perturbaba, pero cuidó muy bien al niño. Conseguía
leche de sus vecinos, y todo lo demás que necesitaba el pequeño.
Un año más tarde la joven madre no pudo soportarlo, y dijo a sus padres la
verdad: el verdadero padre del niño era un mozo que trabajaba en la pescadería.
Los padres de la muchacha acudieron al punto a Hakuín para pedirle perdon,
deshaciéndose en disculpas, y llevarse a la criatura.
Hakuín estuvo de acuerdo. Todo lo que dijo fue: -¿Ah, si?- y entregó al
niño.


De Carne Zen, Huesos Zen, 101 historias Zen, compilado por Paúl Reps.

Extractos de los libros de Alan Watts


El espíritu del Zen

Hasta hace poco tiempo el Budismo Zen era casi totalmente desconocido en Occidente, con excepción de unos pocos orientalistas cuyo interés por el tema era principalmente académico. [...]

El Zen es tan definidamente distinto de cualquier otra forma de Budismo, y hasta podría decirse de cualquier otra forma de religión, que ha provocado la curiosidad de muchos que normalmente no hubieran pensado en mirar hacia Oriente en busca de sabiduría práctica.

Una vez que se provoca curiosidad, no es fácil aplacarla, pues el Zen ejerce una particular fascinación sobre las cansadas mentes de la religión y la filosofía convencionales. Desde un comienzo el Zen se aparta de toda forma de teorización, instrucción doctrinaria y formalidades desprovistas de vida; éstas son tratadas como simples símbolos de la sabiduría, y el Zen está fundado en la práctica y en una experiencia íntima, personal, de la realidad que la mayoría de las formas de la religión y la filosofía no encaran más que como una descripción emocional e intelectual. No se quiere decir con eso que el Zen es el único camino verdadero que lleva a la iluminación; se ha dicho que la diferencia entre el Zen y otras formas de religión reside en que ‘todos los otros caminos trepan lentamente por las laderas de la montaña, pero el Zen, al igual que un camino romano, arroja a los lados todos los obstáculos y se mueve en línea recta hacia la meta’. Después de todo, los credos, los dogmas y los sistemas filosóficos son solamente ideas acerca de la verdad, del mismo modo que las palabras no son hechos sino que hablan acerca de los hechos; mientras que el Zen es una vigorosa tentativa de ponerse en contacto directo con la verdad misma, sin permitir que teorías y símbolos se yergan entre el conocedor y la cosa conocida. En cierto sentido el Zen es sentir la vida en lugar de sentir algo acerca de la vida; no muestra ninguna paciencia hacia la sabiduría de segunda mano, hacia la descripción que haga cualquier persona sobre una experiencia espiritual, o las meras concepciones y creencias. Si bien la sabiduría de segunda mano es valiosa como cartel que señala el camino, con demasiada facilidad se la confunde con el camino mismo, y hasta con la meta final. Son tan sutiles las formas en que las descripciones de la verdad pueden presentarse como la verdad misma, que el Zen es con frecuencia una forma de iconoclastía, una destrucción de las simples imágenes intelectuales de la realidad viviente, cognoscible solamente a través de la experiencia personal.

Pero es en sus métodos de instrucción donde el Zen es único. No hay en él enseñanza doctrinaria, ningún estudio de escrituras, nada de programas formales de desarrollo espiritual. Aparte de unas pocas recopilaciones de sermones de los primeros maestros Zen, que son las únicas tentativas de una exposición racional de sus enseñanzas, la casi totalidad de nuestros antecedentes de la instrucción Zen son un número de diálogos (mondo) entre los maestros y sus discípulos que parecen dedicar muy poca atención a las normas usuales de la lógica y el razonamiento sano, a punto tal que aparecen a primera vista como carentes de sentido. [...]

Pero el Zen no trata de ser inteligible, es decir, de poder ser comprendido por el intelecto. El método del Zen es desconcertar, excitar, intrigar y agotar al intelecto hasta que se perciba que la intelección es solamente acerca de; habrá de provocar, irritar y volver a agotar a las emociones hasta que se vea claramente que la emoción es solamente sentir acerca de , y luego discurrir, cuando el discípulo haya sido sometido a una impasse intelectual y emocional, sobre cómo salvar la brecha que existe entre el contacto conceptual de segunda mano con la realidad y la experiencia de primera mano. Para lograr esto pondrá en juego una facultad más elevada de la mente, conocida como intuición o Buddhi, denominada en ocasiones ‘Ojo del Espíritu’. Resumiendo: el Zen aspira a concentrar la atención sobre la realidad misma, en lugar de hacerlo sobre nuestras reacciones intelectuales y emocionales ante la realidad; siendo la realidad ese algo siempre cambiante, siempre creciente, que conocemos como ‘vida’, que jamás se detiene ni por un instante para que nosotros la hagamos encajar satisfactoriamente dentro de un rígido sistema de casilleros e ideas.

Es así como cualquiera que haga la tentativa de escribir sobre Zen, tiene que enfrentarse con dificultades insólitas: no puede jamás explicar, sólo puede indicar; tan sólo puede ir planteando problemas y proporcionando indicios que, cuando mucho, apenas alcanzaran a acercar al lector a la verdad, pero en el mismo instante en que trata de llegar a una definición exacta, la cosa se le desliza de las manos, y la definición termina siendo nada más que una concepción filosófica.

Texto: Alan Watts

Alan Watts - Conversaciones conmigo mismo

Alan Wilson Watts (6 de enero de 1915 – 16 de noviembre de 1973) fue un filósofo británico, siendo también editor, sacerdote anglicano, locutor, decano, escritor, conferenciante y experto en religión. Se le conoce sobre todo por su labor como intérprete y popularizador de las filosofías asiáticas para la audiencia occidental.
Escribió más de veinticinco libros y numerosos artículos sobre temas como la identidad personal, la verdadera naturaleza de la realidad, la elevación de la conciencia y la búsqueda de la felicidad, relacionando su experiencia con el conocimiento científico y con la enseñanza de las religiones y filosofías orientales y occidentales (budismo Zen, taoísmo, cristianismo, hinduismo, etc.)
Alan Watts fue un conocido autodidacta. Becado por la Universidad de Harvard y la Fundación Bollingen, obtuvo un máster en Teología por el Seminario teológico Sudbury-Western y un doctorado honoris causa por la Universidad de Vermont, en reconocimiento a su contribución al campo de las religiones comparadas.










"Somos un haz de luz o una colección de diferentes percepciones que se suceden con una inconcebible rapidez, y que están en un flujo y un movimiento perpetuo."

"Porque nada lo detiene, el curso de las emociones adquiere una cualidad particular de libertad, o "vacuidad", que los Taoistas y los Budistas denominan "ausencia de Ego", "no-mental", donde las reacciones naturales se suceden sin obstáculos, "como un corcho que flota sobre el curso del agua."

"Dar curso libre al sentimiento, es observarlo sin interferencia, considerarlo sin nombrarlo; es reconocer que su movilidad prohíbe comprenderlo en términos estáticos, lo que excluye igualmente juzgarlo según el bien y el mal."

"Considerada de esta forma la complejidad desconcertante de la naturaleza se vuelve una danza, sin otro objetivo que las figuras ejecutadas. Tomada de la ilusión del tiempo y de la finalidad, la danza y el ritmo extático de las cosas están ocultas, y aparecen como una caza, una lucha contra el retraso y el obstáculo. Una vez reconocido el no sentido último de esta caza, el espíritu se calma y percibe el ritmo del cosmos; descubre que la intencionalidad (intemporal) del proceso alcanza su fin a cada instante."

"Cuando el espíritu resbala a ocultas en una actitud receptiva, llega a ser gratificado de una percepción "mágica" del mundo. Las impresiones afectan los espíritus agitados y perpetuamente en búsqueda de algo y se hallan infelices interferidos por la velocidad a la cual ellos las reciben, si bien el ritmo de las formas del mundo pasa desapercibido, y que sus colores parecen aplanadas y sin irradiación interior."

"La existencia del sabio es una vida que se abandona sin cálculo al presente."

"Al mismo momento en que se desea coger el instante presente que pasa afín de sacar algo, éste parece escaparnos.
Quien sea que busca sacar algo de su experiencia presente se encuentra separado por esta misma: es sujeto, y ella es objeto. No ve que el ES esta experiencia, y que esforzarse de sacar algo viene a ser perseguirse a sí mismo."

"Si bien todas las cosas resuenan en el espíritu, el espíritu debería queda como si no hubiera jamás resonado a las cosas, éstas no deberían quedar en él."

"El punto mas elevado que un hombre puede alcanzar es la sorpresa. Cuando un fenómeno originario suscita en él sorpresa, se debe estimar satisfecho. Nada más grande puede serle concedido, no podría buscar más allá."

"Definir significa fijar y, en última instancia, la verdadera vida no es fija ni estática."

Videos de como se hace un mandala tibetano



Pequeños videos de como se hacen los mandalas tibetanos. Una autentica joya.

Los mándalas son diagramas o representaciones esquemáticas y simbólicas del macrocosmos y el microcosmos, utilizados en el budismo y el hinduismo. Estructuralmente, el espacio sagrado (el centro del universo y soporte de concentración), es generalmente representado como un círculo inscrito dentro de una forma cuadrangular. En la práctica, los iantra hindúes son lineales, mientras que los mándalas budistas son bastante figurativos. A partir de los ejes cardinales se suelen sectorizar las partes o regiones internas del círculo-mándala.




Documental de Osho, tributo a Ma Yog Laxmi

Ma Yog Laxmi, una discípula del maestro iluminado Osho totalmente entregada, que también fue su secretaria durante muchos años. Un documental especial de 35 minutos - La vida es sólo un juego - hace el seguimiento espiritual de la entrega absoluta al maestro que se estrenó durante el evento, Disciple Day Celebration at Osho World galleria, Nueva Delhi. Creado por Osho World Foundation, este homenaje visual a Ma Yog Laxmi, que siempre se refiere a sí misma en tercera persona para desconectarse de su identidad con el cuerpo físico, tocó todos los que estaban presentes si sabían de ella o no. Osho habla acerca de la entrega de un discípulo como Ma Laxmi en la película, Osho la describió como el 'Absoluto Sí' como su campo budico lo ha impregnado todo.



Documental de Osho Parte 1


Documental de Osho Parte 2


Documental de Osho Parte 3

martes, 15 de febrero de 2011

UG Krishnamurti Libro Mistica de la iluminacion

¿Quién fue UG? ¿Qué tipo de persona era?

U.G. Krishnamurti fue un hombre especial, sus amigos le quisieron hasta la muerte y sus detractores también. Supo ser un místico rompedor, un gurú anti-gurú, aunque él no quería etiquetas de ningún tipo y menos la de místico, gurú, líder espiritual, etc.

Fue la persona más enigmática que pudieras encontrarte, a la vez amable y cruel, riguroso, constantemente hablando de dinero, parecía un "extracto" de sus amigos, aparentemente abusivo y punitivo, pero una ducha de afecto a la misma persona al momento siguiente; despreocupado totalmente, sin embargo, ocupado por lo que podría sucederle a la persona delante de él; dirigía a las personas para que actuaran de manera específica, pero al instante aceptaba cualquier resultado, demostrando una lógica incisiva, aún haciendo declaraciones absolutamente contradictorias. Para un hombre que se quejaba de que estamos constantemente preocupados por algo distinto de lo que está ocurriendo en el momento presente, él hablaba interminablemente sobre sí mismo y su pasado. Uno nunca podía penetrar en las verdaderas intenciones que había detrás de sus declaraciones o acciones .

Sus respuestas a nuestras preguntas venían directamente como flechas, inquietantes a nuestras mentes. Él era de sobra bien conocido por atacar no sólo los edificios que hemos construido con tanto cuidado en nuestras propias mentes, sino las bases del pensamiento humano en su conjunto. UG es realmente enigmático, subversivo y revolucionario, totalmente sin miedo.

Hubo una única energía con UG: en el discurso o en la quietud era constante y vibrante, y tenía un profundo efecto en aquellos que estaban a su alrededor.

Cuando Mahesh Bhatt le preguntó «UG, ¿cómo te gustaría ser recordado?» UG contestó, «Después de que haya muerto, nada debe permanecer dentro o fuera de ti. Ciertamente puedo hacer mucho para que ningún establecimiento o institución de cualquier tipo medre a mi alrededor mientras estoy vivo. Pero, ¿cómo hago para que todas esas personas dejen de consagrarme en sus cerebros?».

UG Krishnamurti Libro Mistica de la iluminacion:
Libro de la mistica de la iluminacion

Video de U.G. Krishnamurti

Video de U.G. Krishnamurti sobre la iluminacion y los efectos de ella.


U.G. Krishnamurti: Mistica de la iluminacion

Video de U.G. Krishnamurti

Video Osho Fotos

sábado, 12 de febrero de 2011

Jim Carrey habla sobre los pensamientos

Jim Carrey, el famoso actor humorístico americano que ha hecho películas: “La máscara”, "el número 23″, “Ace Ventura” entre otras, nos habla sobre los pensamientos. El video esta subtitulado.


Extractos del libro "Libro de Chuang Tse

Extractos del libro "Libro de Chuang Tse"

¿Como puedo saber yo que el amor y la vida no son una ilusion? ¿Como puedo saber yo si el que ahora esta muerto no se arrepiente tambien de haber estado antes tan apegado a la vida?

Solo los necios creen que ahora se encuentran despiertos y que saben lo que esta sucendiendo, desempeñando ahora el papel de principe y mas tarde el papel de criado ¡Que necios!

¿Es que realmente tiene uno la razon y el otro esta equivocado? ¿O es que ambos tenemos razon y ambos nos equivocamos? Ni tu ni yo podemos saberlo realmente. ¿Como pueden darte una respuesta acertada?

Un buen cocinero cambia su cuchillo anualmente, porque sabe rebanar. Un cocinero corriente tiene que cambiarlo cada mes, porque se limita a golpear. Este cuchillo que tengo lo he venido utilizando durante diecinueve añños, y ya ha cortado miles de bueyes.


Enlace del libro Libro de Chuang Tse

viernes, 11 de febrero de 2011

Fotos de Mandalas






































































































http://www.jyh.dk/indengl.htm
http://ccat.sas.upenn.edu/george/mandala.html
http://www.mandalaproject.org/Mandalas/index_new.html